Las bolsas ecologicas actualmente se constituyen por una variedad de materiales sean estos plásticos biodegradables o material reusable como la tela . Con todo esto se fomenta así el cuidado del medio ambiente, desarrollando nueva materia prima renovable.
Las bolsas ecológicas pueden ser producidas según la necesidad y los estándares requeridos en los diversos campos de su uso, las bolsas en tela o manta son resultantes debido a que es un material de fácil acceso y producción ,que no perjudica el medio ambiente, debido a que puede ser reutilizada tanto como queramos.
Entre las ventajas que nos brinda el uso de las bolsas ecológicas está el hecho de que no producen residuos tóxicos, ya que son fabricadas con material sustentable, es decir, tienen una textura más suave y siguen manteniendo las características de las bolsas tradicionales como resistencia, impermeabilidad, elongación teniendo en cuenta la utilización racional, además de esto, no causan daños al ecosistema. Poseen mucho más beneficios que las bolsas tradicionales de toda la vida.
Una de las principales razones para usar bolsas de manta es poder cargar compras inesperadas que puedan surgir cuando vas a la tienda. Llevar una bolsa de manta será mucho mejor que cargar luego con las incómodas bolsas de plástico.
Esto se debe principalmente a que se promueve el cuidado del medio ambiente, pues disminuye la proliferación de plástico. La durabilidad una bolsa de manta es mucho más duradera ya que no se corre el riesgo de perder lo almacenado por roturas o caídas. Incluso, si la bolsa se rompe, es fácil repararla utilizando simplemente un hilo y aguja. Sé puede hacer una bolsa de manta con detalles al gusto de cada usuario, insertando botones, bolsillos con cierre e incluso apliques.
Por último, comentar que utilizando bolsas de manta para hacer las compras tiene ciertas ventajas sobre las de plástico ya que también se contribuye a preservar el planeta, reduciendo la fatídica contaminación.
Por ello las bolsas llamadas “ecológicas” comenzaron a ganar terreno pues la legislación establece que las bolsas de tela, yute, rafia (tipo costal), plástico tejido o malla están exentas de la prohibición; siempre y cuando sean durables y puedan reutilizarse en múltiples ocasiones.
Para lo anterior, Sedema especifica que el contenido mínimo de dichos productos debe ser de 50% de material reciclado post-consumo y 100% reciclables, y deberán estar integradas a un plan de manejo que garantice su retorno a los procesos productivos para su reciclaje.
Sin embargo, Gabriela Jiménez Casas, ecologa y encargada de difusión del Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que las bolsas que nos venden en el súper tampoco son tan ecológicas porque utilizan pigmentos dañinos y al final de cuentas puede que se vuelvan un problema.
Miguel Rivas, especialista de Greenpeace bolsas México también señaló su preocupación al respecto pues señala que “las bolsas que se están proponiendo como artículos reutilizables como son las de propileno y que se están vendiendo en el supermercado son de muy mala calidad, se van a romper muy rápido y van a ser más de lo mismo porque van a terminar en la basura”.
“Las bolsas que se venden como ecológicos no son nada ecológicas”, dice Rivas quien señala que no dicen de qué están hechas ni cuántas veces deben usarse para compensar su huella ambiental y esa información debe ser mínima antes de vender un producto como ecológico.
El experto señala que la mejor opción ahora es usar una bolsa de tela, si es posible que sea de algodón reciclado. Si se puede reusar la tela de ropa vieja mejor. “Que la gente busque opciones de tela durable pero que también sea sustentable porque la industria textil tampoco se queda atrás en los términos de la contaminación que genera”, dijo.
“No se trata de buscar quien es el menos malo, sino de reusar todas las veces que sea posible. Si yo acumulo en casa 10 bolsas porque siempre que voy a super se me olvida y compro otra, esas bolsas dejan de ser ecológicas y se convierten en un contaminante más”, recalca.
Miguel Rivas, dice que la multa propuesta por el gobierno de la capital es el instrumento para ir generando el hábito en los comercios que están todavía pensando en que pueden dar bolsa y no les va a pasar nada. “Es una medida para que entiendan que la legislación está para cumplirse”.
De acuerdo con Rivas sí es un avance significativo el hecho de que la gente entienda que no puede exigir bolsas desechables como parte del servicio al cliente porque genera residuos, “esto es contaminación y eso nos afecta a todos y a todas no solo a los ciudadanos sino también a los empresarios y a los comercios”.